La estimulación temprana es un conjunto de técnicas de intervención que buscan fomentar el desarrollo global de bebés y niños de 0 a 6 años.  La estimulación temprana está dirigida a estimular las tres áreas claves del neurodesarrollo: 

  1. El desarrollo psicomotor y la autonomía. 
  2. El desarrollo del lenguaje y la comunicación. 
  3. Las habilidades necesarias para relacionarse con el entorno físico y social. 

El principal objetivo de la estimulación temprana es potenciar las capacidades y destrezas de los bebés y niños/as; y/o compensar o prevenir cualquier déficit en su neurodesarrollo. 

Las actividades de estimulación temprana no son terapéuticas ni educativas; sino más bien, un conjunto de actividades lúdicas y juegos que permiten a los bebés y niños potenciar y desarrollar las funciones cerebrales. 

La estimulación temprana se lleva a cabo durante la primera infancia, pues es cuando hay mayor plasticidad cerebral, es decir que existe mayor facilidad y rapidez para adquirir nuevos aprendizajes, debido a la facilidad con la que se establecen nuevas conexiones neuronales. 

¿Cuáles son los beneficios de la estimulación temprana? 

Los beneficios de la estimulación temprana son múltiples. Se detallan algunos a continuación: 

  1. Mejora la capacidad de concentración, atención y memoria. 
  2. Impulsa las habilidades psicomotoras. 
  3. Facilita la adquisición del lenguaje. 
  4. Despierta el interés del niño/a por explorar y aprender. 
  5. Establece las bases para el desarrollo de hábitos y rutinas necesarias en la etapa escolar. 
  6. Favorece las habilidades sociales y la correcta adaptación al entorno. 
  7. Fortalece la autoestima, autonomía y seguridad en sí mismos. 
  8. Fomenta la creatividad y la imaginación. 
  9. Motiva a los niños a adquirir nuevos conocimientos. 
  10. Les permite conocer nuevos recursos para poder jugar. 
  11. Crea lazos afectivos entre los padres y el bebé/niño. 

¿Te gustaría estimulara a tu hijo/a en casa? 

Para que puedas llevar a cabo una correcta estimulación en casa, te compartimos las siguientes recomendaciones:

  1. Utilice una metodología lúdica, enseñe a través del juego. 
  2. Se recomienda que los padres tengan 15 minutos de juego de calidad con sus hijos (todos los días). 
  3. Incorporar en la rutina diaria actividades que permitan el movimiento, equilibrio corporal y coordinación. 
  4. Presentar las actividades en un ambiente de alegría y confianza. Incorpora muestras de afecto y cariño en la rutina diaria de tu hijo. 
  5. Permita que su bebé conozca su propio cuerpo y sus partes; desde el nacimiento podemos nombrarles las partes del cuerpo durante el baño o al cambiarle la ropa. 
  6. No es necesario realizar la estimulación con juguetes especiales o libros. También se pueden utilizar materiales comunes como hojas, tapitas, arena, harina, entre otros. 
  7. Siempre tener en cuenta que cada niño/a es diferente y que cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje. 
  8. Pueden tomar en cuenta los hitos del desarrollo de acuerdo a la edad de su hijo/a, para elegir las actividades a realizar. 

¿No sabes por dónde empezar? Podemos apoyarte con guías de estimulación temprana (hipervínculo hacia productos). Las mismas son un manual (PDF) que incluyen: descripción de actividades según la edad, lista de materiales, explicación de los hitos del desarrollo, recomendaciones para padres y checklist para medir el desarrollo del bebé/niño.

Los planes de estimulación temprana están estructurados según la edad y enfocados en diferentes áreas del desarrollo, como la motricidad o el seguimiento de instrucciones. 

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