Imagina esto: Has dedicado tiempo y esfuerzo en preparar una comida deliciosa y nutritiva, pero cuando se la ofreces a tu hijo, su reacción es de completo desinterés. Por más que lo intentes, la comida parece convertirse en tu principal adversario. Este comportamiento podría ser un indicio de neofobia alimentaria, una condición común en la infancia, aunque a menudo mal comprendida.

La neofobia alimentaria describe el miedo o rechazo a probar alimentos nuevos. Aunque no está específicamente incluida en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se relaciona con ciertos trastornos alimentarios y fobias específicas, como el trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos. Según el DSM-5, las fobias específicas se caracterizan por un temor extremo y duradero hacia ciertos objetos o situaciones, generando respuestas de ansiedad desproporcionadas. Aunque la neofobia alimentaria no siempre provoca una ansiedad extrema, sí puede afectar la calidad de vida y el consumo de una dieta equilibrada. En los niños, este rechazo hacia lo desconocido en la comida puede interpretarse como un miedo a lo que no conocen.

Síntomas de la Neofobia Alimentaria

Los síntomas varían en intensidad, pero comúnmente incluyen:

  • Rechazo a alimentos nuevos: El niño se niega a probar alimentos desconocidos.
  • Falta de interés: No muestra curiosidad por los nuevos alimentos, aunque se los ofrezcas con frecuencia.
  • Resistencia activa: Puede manifestar irritación o ansiedad ante la presentación de nuevos alimentos.
  • Preferencia por una dieta restringida: Se apega a un menú limitado con muy poca variedad.

Causas de la Neofobia Alimentaria

Existen diversas causas para la neofobia alimentaria, que suelen ser una combinación de factores biológicos y psicológicos. Desde un punto de vista evolutivo, el rechazo a lo desconocido pudo haber protegido a los niños de alimentos tóxicos. Además, investigaciones sugieren que la personalidad y los factores genéticos también influyen en la aparición de la neofobia.

Otro factor relevante es la falta de exposición temprana a diversos tipos de alimentos, lo que puede aumentar la aversión a los mismos. Por ello, es fundamental identificar la neofobia alimentaria desde las primeras señales, como el rechazo constante a probar alimentos nuevos o la repulsión hacia comidas que antes disfrutaba.

Por: Margarita Cordón

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