Niña pequeña prestando atención a una instrucción de su madre, mientras ella usa pictogramas y gestos visuales para reforzar el mensaje.

Cómo mejorar el seguimiento de instrucciones en los niños

Antes de hablar sobre estrategias y tips prácticos, es fundamental entender qué sucede en el cerebro cuando seguimos instrucciones. Conocer el proceso neurológico y fisiológico detrás de esta habilidad nos ayuda a comprender mejor por qué a algunos niños se les dificulta más que a otros.

¿Cómo funciona la memoria y su relación con seguir instrucciones?

Desde una edad temprana, los niños comienzan a formar recuerdos, pero la capacidad de retener y recordar información mejora con el tiempo. Durante el primer año de vida, los recuerdos no son claros o duraderos, lo que se conoce como amnesia infantil, ya que el hipocampo (una estructura clave para la memoria a largo plazo) todavía está en desarrollo.

Entre los 2 y 3 años, los recuerdos comienzan a ser más duraderos, especialmente aquellos vinculados a experiencias repetitivas o cargadas de emociones. Además, a medida que el lenguaje se desarrolla, los niños también empiezan a describir y narrar lo que recuerdan. De los 3 a los 6 años, la memoria a largo plazo se fortalece y pueden recordar detalles específicos, especialmente de momentos significativos.

A partir de los 6 años, la memoria mejora en organización y solidez, lo que les permite recordar secuencias o pasos con mayor claridad. Sin embargo, esta capacidad no solo depende de la edad, sino también de factores como la repetición, el valor emocional, el desarrollo del lenguaje e incluso el sueño (Schneider & Ornstein, 2018).

La memoria de trabajo: clave para seguir instrucciones

A diferencia de la memoria a largo plazo, la memoria de trabajo es la que nos permite retener y manipular información por un corto período de tiempo mientras realizamos una tarea. Es decir, cuando un niño escucha una instrucción, la memoria de trabajo es la que sostiene esa información para poder ejecutarla. Esta memoria también se desarrolla con la edad, las experiencias y el entorno.

Es importante saber que la memoria de trabajo tiene un límite. Por ejemplo, si un niño está preocupado por un examen o por una tarea pendiente, su memoria de trabajo estará ocupada por esas preocupaciones, y será más difícil que pueda escuchar, recordar y seguir instrucciones (Dunham, Lee, & Persky, 2020).

Factores sociales y emocionales en el seguimiento de instrucciones

Un estudio sobre seguimiento de instrucciones destaca que el contexto social también influye. Cuando explicamos por qué es importante seguir una instrucción y cómo esto impacta su identidad social (por ejemplo, recibir elogios o reconocimientos), el niño se siente más motivado para cumplir. De la misma manera, si las instrucciones vienen acompañadas de consecuencias claras (como no tener tiempo para jugar si no guarda sus juguetes), también es más probable que las sigan.

Autorregulación y metacognición: dos habilidades esenciales

La autorregulación es la capacidad de gestionar emociones y comportamientos de manera adecuada. Esta habilidad solo puede desarrollarse si existe un buen autoconocimiento: saber qué me gusta, qué me cuesta, qué me facilita seguir instrucciones, etc. Durante la infancia, esta conciencia todavía se está formando, por lo que es esencial que los adultos eviten usar etiquetas negativas como: “siempre eres desobediente” o “nunca prestas atención”. Estas frases pueden convertirse en una profecía autocumplida.

La metacognición, por otro lado, es la capacidad de pensar sobre cómo pensamos. En términos de instrucciones, implica planificar cómo se van a seguir, monitorear el proceso y evaluar al final si se cumplieron correctamente. Si un niño no tiene este hábito de revisar y reflexionar sobre lo que hace, es más probable que no consolide el aprendizaje ni las instrucciones.

Herramientas prácticas para mejorar el seguimiento de instrucciones en casa

Ahora que entendemos mejor qué pasa en el cerebro de los niños, te comparto algunas estrategias prácticas que puedes aplicar desde hoy:

  1. Modela las instrucciones: cuando le pidas que guarde los juguetes, hazlo junto a él. Toma un juguete, di “vamos a guardar esto aquí” y colócalo en la caja. Ver el ejemplo y hacerlo al mismo tiempo refuerza el aprendizaje.
  2. Usa apoyos visuales (pictogramas): para niños pequeños que aún no leen, los pictogramas son clave. Puedes crear una secuencia visual de las rutinas diarias (lavarse los dientes, recoger juguetes, ponerse pijama) y así tendrán una guía clara y constante. En nuestra sección de material gratuito puedes descargar algunas de estas imágenes.
  3. Captura su atención antes de hablar: no des instrucciones al aire. Acércate, di su nombre, haz contacto visual o pon tu mano suavemente sobre su hombro antes de hablar. Así te aseguras de que te está prestando atención.
  4. Instrucciones cortas y claras: recuerda que el cerebro infantil aún está madurando, así que evita frases largas o complicadas. Usa 3 a 5 palabras por instrucción y mantén un lenguaje sencillo.
  5. Una instrucción a la vez: si le pides que haga varias cosas (guardar juguetes, lavarse las manos y sentarse a la mesa), el niño puede perderse. Mejor da una instrucción, espera que la cumpla y luego la siguiente. Puedes usar frases como “primero”, “después” y “por último” para ayudar a ordenar el proceso.
  6. Repetir y verificar: cuando termines de darle las instrucciones, pídele que las repita con sus propias palabras. Así te aseguras de que las entendió correctamente.
  7. Dale tiempo para procesar: los adultos a veces esperamos una respuesta inmediata, pero el cerebro infantil necesita unos segundos para procesar, entender y actuar. Dale entre 15 y 20 segundos antes de insistir o repetir la instrucción. (Espejo, 2024)

Con estas estrategias y un ambiente de paciencia, respeto y acompañamiento, poco a poco notarás mejoras en el seguimiento de instrucciones de tu pequeño. Cada cerebro es diferente, y lo más importante es acompañar el proceso con empatía y reforzar siempre los pequeños logros.

Recuerda descargar nuestro material gratuito con pictogramas y guías visuales para seguir instrucciones aquí.

Fuentes:

Dunham, S., Lee, E., & Persky, A. M. (2020). From https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7473227/

Espejo, K. (2024). From https://childmind.org/article/how-to-give-kids-effective-instructions/

Schneider, W., & Ornstein, P. A. (2018). From https://srcd.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/cdep.12129

Autor: Josselyn Ponciano

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